La ciencia y su demonio.

Lapida conmemorativa Carl Sagan
Lapida conmemorativa Carl Sagan
«Carl-sagan-brooklyn» por Enrique Cornejo – http://en.wikipedia.org/wiki/File:Carl-sagan-brooklyn.JPG. Licenciado sob CC BY-SA 3.0 cz via Wikimedia Commons.

Uno de mis libros de cabecera (quizá mi libro de cabecera por excelencia) es «La ciencia y sus demonios» de Carl Sagan. Para el que no lo conozca, el libro se dedica a proclamar las bondades del método científico y el pensamiento critico y denuncia los distintos sistemas de engaño para la gente, y como van cambiando a lo largo del tiempo, pero manteniendo unos lugares comunes a todos ellos. Creo que debería ser una lectura obligada en las escuelas. En todas. Y si realmente a alguien le preocupara el pensamiento crítico (algo que los gobernantes dicen desarrollar en sus proyectos educativos), si existe una asignatura de religión, debería ser obligatorio leer este libro dentro de esa asignatura.

Cuando uno se pone a sacar factor común de esos demonios que atacan el pensamiento crítico, el racionalismo, el materialismo, se encuentra con que todos ellos parten de un fantasma común. La fe. Irracional, generada ex novo, ajena a cualquier experiencia sensible. Surgida de la mano de alguien que se arroga la posibilidad de hablar por sí mismo con elementos sobrenaturales que les dan absolutamente todas las respuestas para que ellos se las transmitan al hombre. Y de paso se hagan con el poder sobre ellos.

La fe está codificada o tiene tendencia a la codificación. No una codificación cualquiera. Desde la Biblia hasta el libro del Mormón tienen inspiración divina, como mínimo. Cuando no ha sido dictado directamente por Dios. Juntar religión con incultura es terrible. Suele producir los mayores abusos concebibles por el ser humano. En occidente hemos conseguido paliar esa maldad intrínseca a la religión a base de cultura e ilustración. Hemos reconvertido el mensaje cristiano en un mensaje de paz y amor (principalmente a través de la reconversión de Jesús en un hippie flower power) y olvidando interpretaciones menos amigables que han pervivido en la iglesia durante milenios. No es casualidad que este Jesús actual parezca en ocasiones más un hippie de una comuna en California que un judío del S. I.

Pero, ¿qué ocurre cuando las religiones, en general, anidan en sitios donde no existe el mismo nivel cultural? ¿Enriquecen culturalmente a la gente o se aprovechan de su incultura? Veamos un pequeño resumen:

En este ejemplo se dicen una sarta de mentiras sobre la NASA, Armstrong, etc. Una serie de idioteces. Y todo para justificar que el centro del electromagnetismo terrestre está en La Meca. También está el intento contrario. El de forzar la interpretación coránica hasta extremos insostenibles para demostrar que el Corán preveía cosas que después ha descubierto la ciencia. Nosotros ya lo explicamos en este artículo.

Personalmente me duele más este otro ejemplo. En una escuela británica concertada islámica Richard Dawkins se encuentra con este triste espectáculo. Y se encuentra con que la supuesta profesora de ciencias naturales no sabe la respuesta más básica a la pregunta que se hace a los evolucionistas. «¿Si el hombre viene del mono, por qué hay monos aún?»

¿Es esta aberrante postura única en el Islam? No. Por desgracia no es única. Esta postura es bastante frecuente en todas las religiones. En el cristianismo, por ejemplo, se da un hecho curioso. La mayoría de las iglesias aceptan, porque no queda otra, la verdad de la evolución, Sin embargo, cuando esas mismas iglesias cristianas se trasladan a América Latina, en lugar de Europa, se quitan la piel de cordero y muestran su verdadera cara de fanáticos anticiencia.

Veamos  ejemplos.

Para los católicos, la evolución es admitida. Este es un tema que no se trata muy habitualmente, pero conviene conocer la postura oficial de la Iglesia al respecto se basa en tres principios:

  1. El alma fue creada de forma consustancial al primer ser humano, sea cual sea su origen.
  2. El primer ser humano es varón, y la mujer es derivada de él.
  3. Es imposible que el padre del primer ser humano sea un animal

(Fuente: http://www.catholic.org/news/hf/faith/story.php?id=38177)

Esto choca frontalmente con la evolución del hombre. Demuestra que los católicos, en cuanto tales, desconocen profundamente los mecanismos de la evolución y lo único que han hecho es retroceder en algunos de sus planteamientos porque NO LES QUEDABA OTRA. Pero en realidad decir que «aceptan la evolución» e «imponer» esas tres ridículas normas no es hacer otra cosa más que negarla. Es como decir «acepto que la tierra gira alrededor del sol, pero con la condición de que el dia que Josué paró el sol, la tierra fue el centro del Universo». La iglesia católica, más que aceptar las tesis evolutivas, plantea la nueva tesis del «diseño inteligente».En definitiva, se trata de lo de siempre. Retroceder. Leas donde leas parece que la postura de la Iglesia siempre ha sido defender la evolución y la interpretación no literal de la Biblia. Esa es una lectura actual, no es, ni mucho menos, la realidad católica de siempre.

En el fondo, esa profunda incoherencia está presente en cada manifestación de sus pastores y sus sacerdotes. En cuanto se despistan, sacan los grandes mitos fundacionales. Sobre todo, claro está, en Iberoamérica.

Pateticas, en cambio, resultan algunas confesiones evangelistas que ganan terreno en Iberoamérica (la iglesia católica se ha vuelto muy complicada) y vuelven a las simplicidades más absolutas.  Ver este ejemplo, aunque hay muchisimos.

Todos los ejemplos mencionados pretenden ilustrar cómo la religión cala más fuerte en aquellos lugares donde la incultura es mayor y cómo modifican su lenguaje no para hacerse entender mejor, sino para mantener a las personas en el desconocimiento y el oscurantismo.

Fuentes: Alerta Religión, La ciencia y sus demonios

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