Papa Francisco y el milagro… del marketing

En estos días que corren uno se pregunta donde está la verdad y donde la mentira. Cientos de items de información vuelan por internet y pocos nos sorprenden. Muchas veces, con rascar un poco en la superficie, nos encontramos con que las noticias que más nos sorprenden son falsas. Y por mucho que hagamos por desmentirlas, corren como una centella una y mil veces.

Uno de los memes que más corren por internet es este:

Meme Papa Francisco

Bonito, ¿no? Cualquiera suscribiría sus palabras. Yo, evidentemente, por mi ateísmo, el primero. Sin embargo, hay algo que lo fastidia todo. El dichoso meme es … FALSO.

Y sin embargo, por ahí corre como un galgo. De perfil en perfil, de twitter en twitter. Y todos aplauden y todos contentos. Algo cambia en la Iglesia. Por fin, ya era hora, pensarán algunos.

Llega el momento de preguntarse. ¿Son cambios reales? ¿Realmente está cambiando la Iglesia?

Pues de momento, la única respuesta que se me ocurre es que sí, que algo está cambiando. Está mejorando su política de comunicación. Aprovechando lo que mejor ha aprovechado siempre la Iglesia. Los ignorantes o aquellos que no tienen ni tiempo ni ganas de contrastar información. Y no sólo eso. Los que, por miedo a dudar de sus creencias, prefieren no indagar.

Pero en realidad todo sigue igual, y me dispongo a demostrarlo:

HECHO 1:

Sínodo sobre la familia: 2015. El Papa reitera toda la doctrina tradicional de la Iglesia sobre el matrimonio y la familia. Cualquier esperanza respecto a una brecha para ir cambiando ciertas concepciones morales y éticas de la Iglesia, al garete. Ningún cambio. Ningún atisbo de la más mínima apertura, no ya con temas de calado profundo, como el aborto, que es más comprensible. Incluso con temas como el divorcio, que afecta a la inmensa mayoría de sus fieles, existe el más mínimo cambio.

Ni que decir tiene con temas como la postura de la Iglesia sobre la homosexualidad. Nada.

HECHO 2:

Mucho más grave. En su visita a Estados Unidos el Papa declina reunirse con mucha gente. En cambio, en su agenda secreta hay una reunión inesperada. La conocida homófoba Kim Davis. Es una reunión secreta que no se filtra a la prensa. Kim Davis es una conocida activista norteamericana en contra de los derechos de los homosexuales. No es simplemente alguien que no le gusta y se queda en su casa. Participa activamente. Esta reunión fue ocultada por el Vaticano. Hasta que se filtró. Entonces no hubo más remedio que reconocerla. Se dijo que el Papa sólo se había reunido con ella aunque no reveló el contenido de la reunión, quitándole importancia.

Aunque ella afirma que Francisco le pidió que rezara por él. “Me dio las gracias por mi coraje y me pidió que sea fuerte”. Vamos bien. El Papa de «¿quién soy yo para juzgar?» cuando no le miran las cámaras apoya y reza movimientos ultraconservadores. Sin embargo, la gente, hipnotizada por memes y videos se deja engatusar.

Digámoslo claro. De la misma forma que no se conocen críticas de Bergoglio a la dictadura argentina y aparece como hombre progresista, podemos llegar a pensar que toda esta campaña de imagen no es más que esto. Un lavado de imagen para contentar a sectores que abandonaban la Iglesia a raudales, pero nada más. Marketing e hipocresía van seriamente unidos, cuando el marketing se basa en temas morales. Atentos pues, a las próximas jugadas.

 

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